Clara Campoamor Rodríguez (Madrid, 12 de febrero de 1888 – Lausana, 30 de abril de 1972 ) política española, defensora de los derechos de la mujer, creó la Unión Republicana Femenina y fue una de las principales impulsoras del sufragio femenino en España, logrado en 1931, y ejercido por primera vez por las mujeres en las elecciones de 1933. Tuvo que huir de España a causa de la guerra civil. Murió exiliada en Suiza.
Clara Campoamor Rodríguez fue hija de María Pilar Rodríguez Martínez, costurera, y Manuel Campoamor Martínez, contable en un periódico. Su hermano Ignacio llegó a ocupar puestos de responsabilidad política durante la II República.
Clara Campoamor es una de las grandes figuras de la historia del siglo XX en España.
En 1914, ganó con el primer puesto por oposición, una plaza en el Ministerio de Instrucción Pública, fue destinada como profesora especial de taquigrafía y mecanografía en las Escuelas de Adultas. En 1920 inició sus estudios de bachiller, consiguiendo el título el 21 de marzo de 1923 y matriculándose luego en la Facultad de Derecho, por la que se licenció el 19 de diciembre de 1924. Con 36 años, se convirtió en una de las pocas abogadas españolas de la época, y pasó a ejercer su profesión. Que una mujer consiguiera una licenciatura en aquellos primeros años del siglo XX era algo anecdótico. Pero que una mujer quisiera ejercer la profesión en la que se había licenciado era aún más extraño. Clara no dudó en solicitar su inscripción en el Colegio de Abogados y empezar a ejercer como tal.
En 1925 se convirtió en la segunda mujer en incorporarse al Colegio de Abogados de Madrid, un mes después que Victoria Kent.
Uno de los temas que se debatieron con gran intensidad en el parlamento republicano fue el derecho al voto de la mujer.
Durante los primeros años de la República Clara Campoamor luchó activamente por conseguir que las mujeres pudieran votar.
Clara Campoamor mantuvo una gran actividad como conferenciante en la Asociación Femenina Universitaria y en la Academia de Jurisprudencia, defendiendo siempre la igualdad de derechos de la mujer y la libertad política.
En 1931 Clara Campoamor logró el sufragio para las mujeres pese al sorprendente veto de la izquierda, a ella se le debe la plena defensa de la igualdad de la mujer. Sin embargo, en su época, la incansable luchadora por el derecho de la mujer a decidir, soportó la incomprensión, no solo de sus oponentes, sino también de sus compañeros de partido, incapaces de asumir la independencia política y social del sexo femenino.
En 1933 se produjeron las primeras elecciones con voto universal. Eso se lo debemos a Clara Campoamor que, sin embargo, no siguió en la política.
Cuando en 1936 estallaba la Guerra Civil Española, el exilio fue el camino de muchos, entre ellos, el de Clara.
En 1955 se instaló en Lausana (Suiza) donde trabajó en un bufete de abogados hasta que perdió la vista.
Clara Campoamor terminó sus días en Lausana, donde moría de cáncer el 30 de abril de 1972. Tenía 84 años. Sus restos fueron trasladados a San Sebastián. Su vida y su legado ha sido desde entonces recordado como el de una mujer valiente y luchadora que no dudó en dedicar todos sus esfuerzos en defender la causa en la que ella creía fervientemente.
Clara Campoamor dijo «Defendí en Cortes Constituyentes los derechos femeninos. Deber indeclinable de mujer que no puede traicionar a su sexo, si, como yo, se juzga capaz de actuación, a virtud de un sentimiento sencillo y de una idea clara que rechazan por igual: la hipótesis de constituir un ente excepcional, fenomenal; merecedor, por excepción entre las otras, de inmiscuirse en funciones privativas del varón, y el salvoconducto de la hetaira griega, a quien se perdonara cultura e intervención a cambio de mezclar el comercio del sexo con el espíritu.»
En Granada tiene una plaza y un instituto. En Sevilla un centro de salud con su nombre. Un buque de la Armada también lleva su nombre. Y en 2011 se editó una moneda especial con su efigie.