Alberto Aguilar Cárdenas (Puerto Montt, 1971) es un escritor chileno residente en la ciudad de Punta Arenas.
Alberto estudió en el Liceo Salesiano San José. Realizó estudios de música, literatura y filosofía. Finalmente egresó de la carrera de Licenciatura en Arte, en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Su primera publicación fue la novela «Diario de un Descenso» (2001), basada en un hecho real ocurrido en la ciudad en que reside.

En 2014 publicó su segunda novela, titulada «La Caja Vacía«.

Hoy en nuestro Magazine, tenemos con nosotros a este gran escritor que nos hablará sobre sus obras.

Buenos días Sr. Aguilar, ante todo agradecerle su amabilidad en concedernos esta entrevista personal para nuestro Magazine.

– ¿Cómo recuerda sus comienzos como escritor?

al-dia-literatura-alberto-aguilar-unoEn primer lugar gracias a ustedes por la entrevista. Respecto a su pregunta pues respondo que no fue fácil. Porque en la escuela nunca tuve un desarrollo literario propiamente tal. No era lo que me interesaba. Mi gusto por la literatura comienza después. Y comienza por el gusto a la lectura. Y por algunos desajustes existenciales que me hacen encontrar no sé si una respuesta, pero sí acercamientos y una experiencia estética en los libros que leía. Recuerdo que al salir de la escuela me fue mal en la prueba para ingresar a la universidad y me quedé un año en mi casa sin hacer nada. Una noche de aburrimiento tomé un libro de la biblioteca que por casualidad o destino estaba en mi dormitorio y extraje por simple intuición “El retrato de Dorian Grey”. Quedé muy admirado de la capacidad imaginativa de un escritor por inventar personajes, lugares y circunstancias. La capacidad por articular sentencias y desarticular verdades impuestas. Un momento de entretención además de aprendizaje y reflexión. Esto me hizo pensar en escribir algún día una novela. Y lo intenté. Escribía en cuadernos con lápiz de pasta. Escribí bastante, pero nada que valiera la pena. Malas copias de escritores que admiraba. Después de varios intentos empecé a esgrimir la idea de abandonar.

– La historia de su primera novela, «Diario de un Descenso», comenzó al llamarle la atención un artículo publicado en un diario local sobre el suicidio de una mujer, quien habitaba en una de las casas colindantes al Mirador Cerro de la Cruz, y la forma particular de su muerte: por inanición. Este hecho le inspiró a escribir su primera obra. Cuéntenos un poco más acerca de esta novela.

Después de varios intentos, justo cuando pensé dejar de escribir, vi un artículo en La prensa austral, diario magallánico, que contaba la historia de una mujer de 41 años que se había dejado morir y habían encontrado su cuerpo en avanzado estado de putrefacción, en el comedor de su casa. Ella tocaba el piano, escribía, tenía una buena biblioteca y sabía varios idiomas. Fue muy importante también la foto que habían publicado. Una mujer de tez blanca, con el pelo negro y que usaba un abrigo negro. Su cara no sólo era pálida, sino que tenía ese rasgo romántico de la mujer moribunda. En cierto modo como si fuera un fantasma. Me pregunté qué le habrá pasado a esta mujer para querer morirse de esa manera e inicié una serie de entrevistas con gente que la conoció, familiares principalmente. Me di cuenta entonces que tenía material para escribir una novela. Inventé un personaje que escribe un diario de vida después de una crisis que la lleva a separarse poco a poco de la gente y sus circunstancias hasta terminar completamente sola.

– Su segunda obra, «La caja vacía», gira en torno a un protagonista, que ve continuamente frustrados sus deseos de escribir su segunda novela después de diez años de su primera creación. En medio de esta historia encontramos escritores fantasmas, un travesti, una mujer de edad avanzada con apariencia de pitonisa alcohólica, la hija de un escritor, un niño que porta una caja vacía. Todos personajes que aparecen y desaparecen. Nos gustaría saber más acerca de esta obra, cómo tomó forma, el proceso de escribirla, y sobre la obra en sí.

Hay un proceso parecido al anterior. Después de muchos años de haber publicado y haber intentado terminar otro relato, otra novela, me ofusqué y decidí parar, no seguir intentándolo. Pero un día X me senté frente al computador y dije: si lo he intentado tantos años por qué no darme la última oportunidad. Entonces tomé algunos fragmentos sueltos que no había desechado y comencé a arreglarlos. La cuestión es que parecían efectivamente eso, fragmentos. Escenas sin conexión. Entonces fue que decidí colocar como un elemento de unión la experiencia de parálisis o imposibilidad literaria y apareció Simón Gálvez, un escritor que vive un sinnúmero de situaciones tanto internas como externas que despliegan esa experiencia de no poder escribir. En un café Simón encuentra un ejercicio literario para escritores fallidos. El objetivo del ejercicio es que si lo realiza pues destrabará los obstáculos que le impiden escribir. Pero Simón además es obsesivo y debe intentarlo en una libreta con determinados detalles y en circunstancias ideales. En esa búsqueda le suceden situaciones absurdas y se encuentra con extraños personajes y circunstancias.

– ¿Qué autores han influenciado sobre sus trabajos?al-dia-literatura-alberto-aguilar

El primer autor que me llamó mucho la atención fue Oscar Wilde. Luego Kafka y el existencialismo: Sartre y Camus. También Ernesto Sábato, María Luisa Bombal y Hermann Hesse. Pero creo que fue con Dostoievski que redondeé por así decirlo mi afición al género de la novela propiamente tal. Claramente desde ahí la lectura del Quijote fue con más lentitud y concentración. En poesía me deslumbró Vicente Huidobro y Nicanor Parra.
Posteriormente descubrí a Roberto Bolaño, Paul Auster y Enrique Vila-Matas. Y gracias a mi formación universitaria descubrí las vanguardias estéticas, en especial el surrealismo y el expresionismo. Hoy, además de la literatura propiamente tal, investigo cuestiones como la alquimia, la esotería y su relación con el arte moderno. También me interesa entrar en ese terreno que ha sido tildado como literatura menor, pero que tiene muchos elementos interesantes. Me refiero al género policial, erótico o fantástico.

– ¿Está trabajando en otro proyecto literario actualmente?

Sí. Estoy trabajando en otra novela. En cierto modo haber escrito “La caja vacía” me ayudó a pensar el arte del relato como método y me ayudó a confiar más en mi escritura. No eliminar lo escrito si en cierto momento no resulta. Insistir, arreglar, confiar en la capacidad de la imaginación a pesar de los obstáculos. También medirla, pues con la imaginación desbocada tampoco se hace una novela. Darle rienda suelta a la creatividad, pero también obviamente dentro de ciertos objetivos y, como dije, de experimentar métodos de escritura. Es muy importante buscar una forma de escribir. Por lo mismo, cada cierto tiempo intento reflexionar sobre estas cuestiones creativas y, en cierto modo, eso también aparece en el proceso literario.

Señor Aguilar gracias de nuevo por concedernos esta entrevista personal, desde nuestro Magazine le deseamos mucho éxito con su futura novela.