Este otoño, la bodega Familia Torres ofrece experiencias enoturísticas únicas que harán vivir la vendimia de cerca.

 

Este año  Catalunya se ha visto beneficiada por la meteorología. A diferencia de los últimos años, en los que el calor y la sequía obligaron a adelantar la cosecha y las heladas de primavera ocasionaron importantes pérdidas, este año la uva ha tenido una maduración gradual y pausada gracias a las buenas reservas hídricas (como resultado de las lluvias de invierno y primavera) y a unas temperaturas en general moderadas, salvo algunas puntas de calor fuerte en verano. Podríamos decir que es una vendimia «como las de antes».

Estas buenas condiciones meteorológicas han favorecido una producción equilibrada, superior a la de los últimos tres años, y han hecho que la viña presente un buen estado vegetativo y sanitario. En sus viñedos, la afectación del mildiu ha sido muy puntual y poco significativa gracias a los tratamientos preventivos con cobre que han llevado a cabo durante el mes de agosto y que han permitido evitar la presencia del hongo, que se desarrolla cuando hay exceso de humedad y que ha sido un problema generalizado en toda España.

En general se puede decir que será una buena vendimia en cuanto a calidad y cantidad, marcada por las temperaturas moderadas. Si bien la vendimia se presenta con un poco de retraso (entre 1 y 2 semanas) en comparación a lo que es habitual, a mediados de septiembre empiezan a cosechar a buen ritmo en zonas como el Penedès, Terra Alta y Les Garrigues, en Costers del Segre, y ahora ya han empezado también en el Priorat y la Conca de Barberà.

Participar en la vendimia en el Penedès es una de las actividades enoturísticas que propone la Familia Torres para este otoño en su emblemática finca Mas La Plana, en Pacs del Penedès. Se titula Día de vendimia y está pensada para grupos o familias. Consiste en participar activamente en la recolección de la uva, con degustación de vinos y productos de la comarca. En otra propuesta De la cepa a la copa,  se trata de jugar a identificar las distintas variedades siguiendo diferentes pistas y de catar tanto la uva como el vino. Las dos actividades durante la vendimia en el Penedès finalizan con una visita a la bodega y cuestan, respectivamente, 35 y 45 euros por persona.

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