Manuel Contreras Estudió composición en la Universidad Católica de Chile, en el Conservatorio de Milán y en la Academia Nacional de Santa Cecilia, Roma.
Sus trabajos han sido incluidos en CD y editados por el Gobierno de Chile, Emu Films Productions, Fundación San Fedele y el Fondo para el Desarrollo de la Música Nacional.
Fue profesor de composición básica, teoría e historia de la música en varias universidades.
Fue compositor residente en la Academia Española en Roma y en el Centro Internacional de los Recoletos de París, gracias al Programa Ibermúsicas.
Ha recibido varios reconocimientos, premios y becas.
Hoy en nuestro Magazine, tenemos con nosotros a este gran compositor chileno.
Buenos días Señor Contreras, le agradecemos que nos conceda esta entrevista personal para nuestro Magazine.
– Explíquenos, ¿cómo fueron sus comienzos?
Me inicié artísticamente en la Arquitectura, en Chile. Aunque fue una breve experiencia, de alguna forma empecé allí a desarrollar una actitud frente a la creación que después se traspasó a la música, en especial hacia la composición.
– Al terminar los estudios en la Universidad Católica de Chile, dio un gran paso mudándose a Italia y continuar estudiando allí. ¿Cómo definiría su desarrollo en esa nueva etapa de su vida?
Al inicio mi expectativa era adquirir nuevas experiencias y mejorar técnicamente en cuanto a la escritura. Sin embargo esta etapa en Italia se prolongó en lo musical y lo personal hasta el día de hoy, ya sea en el ámbito de generar proyectos, obtener subvenciones y siendo lo que se denomina un compositor “freelance” o independiente. El gran regalo de estos años es haber podido continuar componiendo y descubriendo nuevas instancias en las que permanecer activo musicalmente.
– ¿Cómo es el proceso de crear una obra de tal importancia?
No estoy seguro de la importancia “objetiva” de una obra o proyecto, lo que sí para mi trabajar la temática de la inmigración es muy importante, y esta iniciativa ha significado un largo proceso de reflexión en torno a lo que emigrar-inmigrar significa, y cómo ello se transmuta en la propia obra. De esta forma se pone al servicio de la idea todo el andamiaje técnico que uno ha ido acumulando en estos años. La parte del proyecto con AECID-ARTEX, pretendió conectar la creación musical con las experiencias personales, nacidas desde mi propia vivencia de inmigrante, así como también acudiendo a algunas personas –público de Centros Culturales Españoles e Institutos Cervantes alrededor del mundo- pidiendo sus testimonios, recuerdos y anhelos desde su propia visión de sujetos que viven lejos de su tierra de origen. La otra parte del proyecto, con otras instituciones de Chile, Italia y Finlandia, expande esta dimensión de la experiencia del emigrar, y los recursos del canto “a cappella”, hacia un formato interdisciplinario y hacia un texto – libreto.
– Además de componer, Ud. fue profesor en varias Universidades. ¿Cómo fue esa experiencia?
La enseñanza es una formidable experiencia de aprendizaje para uno mismo, ya que transmitir las propias experiencias o los contenidos que los cursos requieran son un ejercicio de revisión y sistematización de aquello que a uno lo va formando como compositor. Además, es innegable la función social y el impacto en el desarrollo cultural implicado en la actividad pedagógica.
– Cuéntenos ¿cómo vive Ud. el día de presentación de sus nuevas obras?
Una nueva obra es siempre un salto en el vacío, ya que muchas veces no se sabe lo que ocurrirá con las técnicas y experimentaciones que uno plantea en ella. Sin embargo, el concierto es ya el momento en que los intérpretes se ponen en juego y evidentemente la mayor carga de estrés se la llevan ellos. Mi posición en ese momento es entre el público, por lo cual trato de superar la ansiedad y gozar de la experiencia, siempre emocionante, de ver u oír una propia obra ejecutada en vivo.
– ¿Alguna anécdota que recuerde de algún ensayo o inauguración?
Hay momentos que uno se recuerda por la dificultad o porque lo fuerzan a dar el máximo. Recuerdo una sesión de grabación de una obra mía en París, a la cual llegué como simple espectador, para dar mis comentarios y sugerencias a los intérpretes. Todo tranquilo hasta que, repentinamente, al iniciar los ensayos los músicos me piden que los dirija, ya que se perdían durante algunos pasajes de la obra. Tuve que volver al hotel y estudiar sin parar, llegando al día siguiente a dirigir, y lograr así una buena grabación. Adrenalina, pero al fin y al cabo, satisfacción de poder abrirse a la posibilidad de dirigir, siempre teniendo en mente que la dirección es un trabajo específico y que requiere un profesional dedicado exclusivamente a ello.
– Háblenos sobre su última obra, ¿cómo fue su desarrollo al componerla, en qué se basó, y de qué trata?
La obra de la que estoy hablando es en realidad un proyecto múltiple. Por un lado –la parte apoyada por AECID y ARTEX, el proyecto “Cantos de Itinerancia”- es una composición “a cappella”, basada en las experiencias de inmigrantes alrededor del mundo. Estos testimonios, recogidos en algunos organismos de difusión de la Cultura Española que han querido colaborar con la iniciativa, dieron pié a un texto, con el que compuse la obra, que será difundida en formato de video instalación. Allí se mezclará el registro de la interpretación de las cantantes, con elementos de la partitura y los textos originales. Dicho formato será distribuido en Centros Culturales Españoles e Institutos Cervantes de Berlín, Guatemala, La Paz, Milán, Nueva York, Santiago de Chile y Santo Domingo.
Al mismo tiempo, esta composición “a cappella”, para 3 voces femeninas, es la semilla generadora de una obra mayor (apoyada por el Fondo de la Música de Chile, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, el Estudio Modular de Música Actual de Valparaíso y la Fundación Kone de Finlandia). Es “Moebius”, una Ópera de Cámara en un acto, que habla también sobre inmigración, y que se estrenará en el Parque Cultural de Valparaíso y el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago de Chile el 27 de agosto y el 2 de Septiembre próximos. Esta obra, de alguna forma es la dimensión interdisciplinaria de la composición “Cantos de Itinerancia”, en el cual el texto y el libreto se expanden no sólo a la escritura musical, sino al planteamiento de una escenografía, iluminación y expresión escénica que debe estar en conexión con la temática, el carácter de los textos y de alguna forma, son una nueva perspectiva para la música escrita.
A nivel técnico, ya de escritura musical, la Ópera se basa en 2 “tramas”, por un lado, está el texto propiamente tal, una serie de reflexiones y evocaciones sobre lo que significa o implica emigrar, presentado en cuadros que alternan diversos tiempos verbales, con algunas frases en otros idiomas.
Por otro lado, utilizo la metáfora geométrica de la Cinta de Moebius y del Teseracto o Hipercubo. Estos elementos aluden a la ampliación de nuestro espacio tridimensional, poniendo en tela de juicio nuestra concepción del tiempo, el espacio y lo que realmente podemos percibir y recorrer en él. Hay aquí un sinnúmero de metáforas y de aspectos que uno puede de alguna forma utilizar para escribir la música, e imaginar los otros elementos de la ópera.
– ¿Cómo definiría su evolución como compositor?
Creo que la evolución consiste en integrar experiencias y utilizar el propio andamiaje que uno va adquiriendo, para ir a la búsqueda de nuevas cosas. De mi etapa de formación, en la que uno intenta aprender y absorber la mayor cantidad de elementos posibles, se pasa a una fase de integración y filtración, en la que uno va eligiendo los aspectos de la creación musical –y de otros campos, lenguajes, temáticas, o situaciones- que más le fascinan e interesan. Después, ha ido tomando fuerza en mí la pregunta sobre la relevancia del la música contemporánea, especialmente en el contexto Iberoamericano. ¿Qué significa ser un compositor Chileno, que se va a Italia, pero que nunca pierde su vínculo con sus orígenes, y que sin embargo vive en una suerte de “entremedio”, ya sea cultural, idiomático y estético? Este tema, que empecé a desarrollar con más fuerza hace un par de años en un proyecto junto a colegas iberoamericanos residentes en Alemania, ha ido creciendo en mí como un elemento fundamental.
– ¿Qué diferencias cree que existen en el mundo de la música entre Chile e Italia?
Las diferencias que hay se pueden aplicar a todos los aspectos, más allá del campo artístico: en Europa habrá siempre mayor desarrollo, recursos, oportunidades y, de alguna forma, gozar de una estructura en la que las cosas funcionan mejor. En Chile y pienso en Iberoamérica en general, estos elementos son más precarios y obligan enormes esfuerzos de gestión, coordinación, más allá del sólo aspecto artístico o creativo. Con todo, y aunque suene ya muy dicho, una cosa apasionante en Iberoamérica es que esta precariedad va de la mano con el hecho de que hay un mayor espacio para la proposición e invención, en esa falta de recursos, de experiencia y experticia, para desde allí toparse con resultados insospechados, enfrentando desprejuiciadamente lo nuevo.
– Sus próximas actividades para 2016 incluyen una Ópera de Cámara y un proyecto multimedia para los centros culturales de España. ¿Puede hablarnos sobre ellos?
En adición a lo que ya le comenté, señalar quizás a todos los profesionales que colaboran en su concreción. Las sopranos Nancy Gómez, Cecilia Barrientos y Camila García, bajo la dirección musical de Felipe Hidalgo, protagonizan el contenido musical del proyecto. La videoinstalación con el registro de la obra “a cappella”, está a cargo del realizador Cristián Parker. Ya en el aspecto netamente operístico, el Régie o director escénico de la obra es Sidhartha Corvalán. La escenografía -un espacio imbricado y laberíntico alusivo a la condición de inmigración y a la geometría que inspira la obra- está a cargo de la Artista Visual Italiana Laura Bisotti. Orietta Cabezas, en diseño, Elías Sepúlveda, en iluminación, José Oplustil, en Sonido y Andrés Gonzáles, en producción. Habrá una Avant Premiére del proyecto general, en el Centro Cultural de España en Santiago de Chile, el próximo 2 de agosto en el que las 3 cantantes, interpretarán los “Cantos de Itinerancia”, que es también el corazón de la ópera “Moebius”.
Señor Contreras gracias de nuevo por atendernos con tanta amabilidad, esperamos poder disfrutar pronto de sus nuevas obras, desde nuestro Magazine le deseamos muchos éxitos profesionales.
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