Este no es un artículo para explicar las modificaciones que tiene la nueva Ley de Extranjería respecto a la que está

Carla Lazzerini

vigente en la actualidad. Para eso se puede bajar el Proyecto de Ley de la página de la Honorable Cámara de Diputados y disfrutar de la interesante lectura…
Este artículo es para explicar cómo puede afectar dicha modificación si es que sale adelante.
Para hacer un resumen rápido, el Proyecto de Ley establece que a partir de su aprobación no se van a poder tramitar las visas en Chile directamente, sino que habrá que hacerlo en el consulado del país de origen.
Hasta ahí todo bien. En la mayor parte de los países funciona así, y suena razonable que la mayor parte de los extranjeros lleguen a Chile con su visa tramitada, sólo con la obligación de registrar su visa en PDI y obtener su cédula en el Registro Civil.
Suena fácil, pero personalmente creo que la realidad no va a ser así.
Hasta ahora, y por el momento, un extranjero puede llegar a Chile como turista, buscar trabajo y tramitar su visa. Esto a grandes rasgos, obviamente existen distintas situaciones donde cada experiencia es un mundo.
Por lo tanto, el extranjero puede buscar trabajo, solicitar un permiso de trabajo como turista mientras tramita su visa, y al cabo de más o menos tiempo (en la actualidad es más que menos, ya que están tardando más de cuatro meses en acoger la visa a trámite), tener su visa tramitada, encontrándose en todo momento regular en el país.
El problema de la modificación es que aquellos extranjeros que no cumplan con los requisitos que se establecen para las visas consulares van a seguir llegando igual a Chile y se van a quedar en el país de manera irregular.
Pongamos como ejemplo España, país que recibe una cantidad muy superior de extranjeros de lo que recibe Chile. Allí ocurre así, un extranjero puede ir como turista, buscar trabajo y encontrarlo, pero tiene que volver a su país para tramitar su visa y sólo entonces regresar a España.
Lo que ha ocurrido a lo largo de los años es que el que hace un enorme esfuerzo por salir de su país y llegar a uno nuevo, no tiene los recursos económicos para regresar a tramitar la visa, por lo que el final es el mismo: se queda irregular, trabajando como puede y aceptando puestos y salarios que en otras circunstancias tal vez no aceptaría.
En España un extranjero que se encuentra en el país durante tres años de manera irregular puede regularizar su situación si demuestra que no ha salido del país durante ese tiempo. ¿No es esa una forma de fomentar la irregularidad y la precariedad laboral?
En Chile, si la reforma sale adelante tal y como está planteada, acabará por ocurrir lo mismo, no hay país que soporte cantidades inmanejables de personas que no tienen resuelta su situación migratoria, por que periódicamente habrá que realizar un proceso extraordinario de regulación, con el caos que ello conlleva.
Y eso me lleva a otro punto relacionado con las consecuencias de la reforma: la creación de nuevos inmigrantes ilegales por la saturación y la falta de recursos a los que se enfrenta una sociedad cuando se deben realizar procesos regulatorios extraordinarios.
Esto lo estamos viviendo ahora mismo, en el Chile del siglo XXI en el que hay que ir a hacer fila a PDI a las 4 de la mañana para que te atiendan, o hay que esperar cuatro meses o más para que la visa sea acogida a trámite.
Cuando un extranjero solicita una visa y el permiso de trabajo no llega hasta pasado cuatro meses, ¿cuál es la alternativa? ¿no trabajar? Difícil vivir de los recursos propios sin ingresos durante cuatro meses. ¿Trabajar irregularmente? Es eso precisamente lo que trata de evitar la reforma de la ley, con lo que entramos en un círculo vicioso.
O peor aún: ya pasaste por la tramitación de tu visa, tienes RUT, eres feliz pensando que lo peor ya ha pasado, pero no…todavía queda solicitar la definitiva, proceso que está tardando un año.
Un año en el que tienes la cédula vencida, con lo que eso supone para alguien en Chile. Si usted es chileno y ha perdido su cédula o se le ha vencido, sabrá de qué estoy hablando: problemas en los bancos, en la Isapre, AFP y demás organismos, notario, comprar un teléfono o dar de alta una cuenta…
Imagínese esta situación durante un año completo. Y si además usted debe viajar fuera de Chile, el estrés que supone pensar que PDI le puede poner problemas (e incluso en algunos casos impedir) salir del país.
Si Chile quiere salir bien parado de su proceso migratorio, que está lejos de acabarse, debe invertir muchos más recursos en afrontar este tema, ya que una migración ordenada y regulada es deseable, pero hay que disponer de las alternativas necesarias y sobre todo en un tiempo razonable.

Artículo escrito por Carla Lazzerini.

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