Actualmente no existe ninguna prueba validada científicamente para diagnosticar los trastornos temporomandibulares TTM o disfunción temporomandibular. El diagnóstico se basa en los signos y síntomas, la historia clínica y las pruebas de cabeza, cuello, cara y mandíbula. Usamos constantemente la mandíbula para hablar, comer, bostezar, reír y cuando no estamos realizando estas actividades tenemos que permitir que nuestros músculos de la mandíbula y el cuello estén relajados. Muchas personas tienen hábitos adquiridos que no permiten que sus músculos estén lo suficientemente relajados a lo largo del día.

Estos consejos le ayudarán a reducir el dolor asociado a este trastorno:

1. El calor en las áreas dolorosas alivia y baja la tensión de la musculatura.
Colóquese calor durante 20 minutos con un guatero de semillas. ¡Es muy útil para aliviar sus molestias!

2. Masajee la zona de las mejillas.

Realice un automasaje, concretamente en el músculo masetero y también alrededor de la oreja en el músculo temporal. Es recomendable hacerlo varias veces al día pero es importante a primera hora de la mañana para bajar la tensión de los músculos masticatorios que trabajaron en exceso por la noche (bruxismo).

3. Evite actividades que aumentan la tensión en la mandíbula, los músculos y las articulaciones.

Tome conciencia y evite los malos hábitos :

– No debe apretar los dientes. ¡No bruxe!

– No se muerda las uñas, mejillas, labios, bolígrafo u otros objetos.

4. La cafeína estimula la contracción de los músculos y los mantiene en tensión.

Evite las bebidas y alimentos que contengan cafeína y drogas similares como el café, el té (contiene teína), el mate, bebidas con cola y el chocolate. El café descafeinado también tiene algo de cafeína.

5. Sus dientes no deben estar en contacto, excepto cuando deglutimos.

Coloque la lengua en su posición de reposo ideal: Consiste en colocar la punta de la lengua en la raíz superior de los dientes, como si fuéramos a decir “No”, en la “N”, en el paladar duro. Los labios están levemente juntos sin presión o separados un milímetros, es decir, sin contacto oclusal. Esta colocación de la lengua permite dar descanso a la musculatura de la mandíbula y a no comprimir la articulación de la mandíbula. Sea consciente de sus hábitos de apretar o rechinar. La gente suele apretar los dientes cuando se irritan, al conducir un automóvil, al usar el ordenador o cuando se concentran. Aprenda a mantener los músculos relajados, los dientes separados y la lengua ligeramente apoyada sobre el techo de la boca.

6. La cabeza adelantada perjudica la posición correcta de los huesos de la ATM.

La postura desempeña un papel importante en los síntomas de la disfunción temporomandibulares. Trate de mantener una correcta postura de la cabeza, el cuello y los hombros. La cabeza no debe proyectarse hacia delante ya que ejerce una presión en las cervicales superiores.

7. Reserve tiempo para relajarse y disminuir la tensión de su mandíbula, su cuello y su cuerpo.

Cada persona tiene sus propias técnicas de relajación como sentarse en una habitación tranquila mientras escucha música, tomar un baño caliente, meditar o salir a bailar. ¡Encuentre su actividad que le relaje!

Estas recomendaciones están destinadas a aliviar sus síntomas y pueda tener una mejor calidad de vida. Como la D.T.M. es una enfermedad multifactorial muchas veces es necesario la intervención de varios profesionales (Odontólogo, Kinesiólogo, Osteópata, Acupuntor, Maxilofacial, Neurólogo, Reumatólogo o Psicólogo…) especialistas en la disfunción temporomandibular y dolor orofacial (boca y cara).

 

Jenifer Romero
Fisioterapeuta y Osteópata
www.osteopatiaglobal.cat