Pato Pimienta es actor, director de cine, guionista y director de teatro chileno.
Es uno de los fundadores del stand up comedy en Chile. Ha sido parte del programa de televisión “Sociedad de Comediantes Anónimos” y jefe de guión del programa de humor y stand up comedy «El Club de la Comedia» en Chilevisión.
Hoy hablamos con él sobre sus comienzos y su trayectoria profesional.
– ¿En qué momento decidiste dedicarte a la interpretación?
El viaje que he hecho para trabajar en teatro, para acercarme al teatro, ha sido muy a poquito, porque yo primero escribí, empecé escribiendo. Lo primero que hice fue escribir narrativa, cuentos, poemas, y novela. Ese fue mi primer acercamiento al teatro, a través de la literatura, llegué a la dramaturgia, y de la dramaturgia encontré el teatro. El teatro fue como una iluminación para mí, me di cuenta que podía actuar, me di cuenta que podía dirigir. Pasó un tiempo y obtuve una beca para estudiar en una escuela internacional. Cuando me gané esa beca, era porque ya había hecho un trabajo de dirección, un trabajo de actuación, había dirigido una obra que había gustado. Después vino una etapa mucho más profesional, empecé a trabajar con una compañía que se llama Patogallina, que sigue existiendo. Con esa compañía tuve la posibilidad de hacer teatro recorriendo gran parte de Latinoamérica y Europa. Presentamos una obra en España durante mucho tiempo, una obra que se llamaba “El Husar de la muerte” que era un guerrillero chileno llamado Manuel Rodriguez, donde yo era el protagonista de la obra, era una obra bien interesante y bien entretenida. Ahí se afianzó mi relación con el teatro.
– Después de trabajar como actor, decidiste trabajar como director y guionista. ¿Cómo tomaste la decisión?
El trabajo de dirección fue un trabajo que fui descubriendo de a poco. Dejé de trabajar con Patogallina, después de 6 años, y empecé con un nuevo proyecto mío, personal, también vinculado a la literatura, de alguna manera mi fuente de inspiración venía de la literatura. Me obsesioné con un autor chileno llamado Juan Emar, hice una adaptación teatral de una novela de él, que se llama Ayer, hice la dramaturgia para el teatro y dirigí esa obra. Y ese fue el primer proyecto de teatro grande que dirigí. Ahí ya empecé a trabajar con mi compañía que se llama Arquitexto, con la que dirigí varios proyectos, como la Violación de Lucrecia, de Shakespeare, hicimos la adaptación a teatro, y yo dirigí la obra. Siempre me ha gustado mucho trabajar con fuentes literarias, a partir de ahí construyo la dramaturgia y construyo la obra a mi antojo. Éste fue un montaje muy bonito y muy especial, que ha tenido una muy buena recepción del público, de la crítica, y ha sido premiado.
– Estuviste varios años como comediante y monologuista en el programa “El Club de la Comedia”. ¿De qué trata el programa?
El humor es una pata importante de mi vida, llegó de casualidad a mí. En Patogallina yo tenía un proyecto donde yo hacía un monólogo de humor de teatro, y un productor Pablo Eraso, vio este monólogo, le gustó mucho y él me invitó a un proyecto de un programa de humor. Ese programa al principio se llamaba SCA. Primero yo iba a regañadientes, no estaba muy seguro del formato, pero él insistió, yo acepté, me metí en ese proyecto, hicimos un programa llamado Sociedad de Comediantes Anónimos. De alguna manera ese programa fue la cuna de lo que más tarde sería El Club de la Comedia. Es el mismo formato que el programa español. Hicimos un programa que era de stand up comedy, con situaciones de humor. Fue un programa que se hizo muy conocido en Chile. Ese fue el momento en el que yo pasé a ser un personaje más conocido, a nivel más masivo. Yo antes caminaba por el supermercado y nadie me conocía. Y de repente caminaba por el supermercado y todos me llamaban. El programa estuvo 7 años en cartelera, en la televisión. Fue un programa donde la gente de Chile conoció el stand up comedy. El formato no era muy conocido en Chile. Ahora ya el formato se ha hecho mucho más conocido. Nosotros fuimos los pioneros en introducir este formato en Chile.
– ¿Hay alguna película que hayas interpretado como actor que te haya impactado más que las otras?
He trabajado en algunas películas como actor, y en comedias. La que a mí me dejó contento y satisfecho fue una comedia que se llama Fuerzas Especiales, donde yo interpretaba a un capitán de carabineros, es un personaje que a mí me gustó mucho. Quedé bastante contento con lo que hice, con mi personaje, sobretodo porque era un desafío interpretar a un carabinero, me corté el pelo etc. Fue un rol que me gustó mucho. Me entretuvo mucho hacerlo. He hecho otros trabajos en cine y hace poco he tenido la experiencia de dirigir cine. Dirigí una película que se llama Argentino QL. Que muy pronto va a estar en Netflix. Es una película que la ha visto mucha gente, y que también está relacionada con stand up comedy. Es una película que trata de un comediante argentino en Chile, Jorge Lis, que es un comediante muy famoso en Chile. Él es argentino. De alguna manera la película cuenta la historia de él en Chile. Es importante para mí porque es la primera película que dirigí. Yo venía haciendo dirección teatral hacía muchos años, y esta es la primera película que he dirigido y ahora ya estoy preparando mi segunda película.
– ¿Cuáles son las diferencias entre dirigir una obra de teatro y dirigir en cine?
El teatro yo diría que es mucho más íntimo. Es un espacio más personal con los actores.
De alguna forma tiene esa cualidad maravillosa que tiene que ver con la intimidad de la sala de ensayo, montando la obra, con el trabajo directo con los actores aquí muy de cerca… Yo no tengo un juicio de si es mejor ni si es peor, pero sí tengo un juicio de la diferencia que existe en cuanto a la intimidad, encuentro que el teatro es mucho más íntimo. El cine es distinto, es un equipo mucho más grande de personas, como director uno abarca mucho más, pero aún y así yo siento que el cine es un proyecto mucho más grande, y el teatro tiene esa intimidad que tú puedes controlar todo. Esa diferencia para mí es radical.
-¿Recuerdas alguna anécdota que haya sucedido en los rodajes?
En Chile nosotros decimos que “hay un incendio” que es cuando sucede algo en el rodaje que te lo mueve todo; una vez en una ocasión llegamos a una localización, donde íbamos a grabar, y la localización no estaba pedida. Se produjo un error. Entonces llegas a un lugar con todo un equipo de gente, y la localización está cerrada. Entonces se genera una situación bien incómoda que tiene que resolver el agente de rodaje, que tiene que mover todo muy rápido, y nos tenemos de cambiar de un interior a un exterior. Entonces a veces pasan esas cosas, y en Chile le llamamos “incendio”, la función de los productores es apagar el incendio cuanto antes. Esto en general no ocurre, son situaciones bien anecdóticas. En general las situaciones son más fluidas. Lo que sí resaltaría en cine es que todo se tiene de hacer muy rápido, tienes media hora para sacar una escena y hay que hacerla en esa media hora.
– Nos gustaría que nos contaras sobre la obra que dirigiste en el año 2015 Le Prenom, ¿de qué trata esta comedia y cuál crees que fue el motivo de que la calificaran como la comedia del año?
Le Prenom es una comedia francesa, yo dirigí la versión chilena. Es una comedia bien fresca, bien directa, el tema de la obra te cautiva de principio a fin, y tiene un final muy sorprendente. Tú no te das cuenta cómo te va llevando la obra por un viaje que al final te sorprende. Y eso genera un impacto en el público. Es cierto que fue la obra más vista del 2015, fue una obra que no solamente fue aplaudida por el público sinó que también fue aplaudida por la crítica. Para mí fue muy gratificante porque yo trabajé con actores que no eran comediantes, y de alguna manera el mérito de la obra fue convertir en grandes comediantes a actores que venían con un bagaje más cercano al drama. Eso fue un plus. Es una obra que te ríes desde el comienzo hasta el final, lo pasas muy bien. Es un montaje que me tiene bien contento, y además a mí me gusta mucho la comedia. Mucha gente cree que hacer comedia es muy fácil, y no es tan fácil, es un estilo donde el ritmo, la palabra, tiene que tener el momento preciso, la actuación, la emoción… yo trabajo la comedia desde la verdad, trabajo otro estilo donde la verdad para mí es muy importante, y eso es un mérito que ha encontrado la crítica y la gente que lo ha visto. Las situaciones siempre están trabajando desde una verdad, donde el actor actúa desde esa verdad. Y eso es lo que hace reír. Y eso es un mérito que la gente ha logrado entender.
– ¿De qué trata la obra de teatro “Bajo terapia”?
“Bajo terapia” es una comedia argentina, de un autor argentino que se llama Matías del Federico, y que tiene el patrón muy parecido, que empieza de una forma que no te das cuenta y tiene una vuelta de tuerca hacia el final que hace un giro que sorprende, es una comedia que yo la dirigí bajo patrones parecidos a “Le Prenom”, a mí me interesaba que la situación fuera verdadera, y se ha convertido en la comedia más exitosa de este año. Ha sido vista por mucha gente, con funciones agotadas, ha sido muy sorprendente para nosotros también. Pero también muy lógica de alguna forma, yo siento que la comedia quedó muy buena. Entonces no me sorprendió tanto el éxito que ha tenido. Es una comedia que la gente la pasa muy bien de principio a fin. Y tiene ese final inesperado que sorprende, y por otro lado tiene los mismos patrones actorales que yo venía trabajando, lo que a mí me interesa como director, que es trabajar desde la verdad. Y desde la verdad encuentras la comedia. Eso siempre lo resalto yo, porque la gente muchas veces no entiende muy bien cómo se trabaja la comedia, cómo se dirige. Bajo estos patrones, yo siento que tanto “Le Prenom” como “Bajo terapia” han encontrado ese lugar, y la gente las va a ver por eso, no solamente les parece que son comedias entretenidas, sinó que son comedias profundas, interesantes, muy bien actuadas, esto es un plus que hemos encontrado en el estilo de comedia que estamos haciendo.
– ¿Hay algún mensaje detrás de esta obra?
En “Bajo terapia” sí, tiene un tema de fondo que es muy latente, que tiene que ver con la vivencia entre la pareja. Cómo tú puedes estar conviviendo con alguien, teniendo una vida con alguien, y que ese alguien te está violentando, y tú no eres capaz de darte cuenta de eso. Que no eres capaz de darte cuenta que estás viviendo con una persona violenta. Esta comedia lo que hace es empujar una situación donde un grupo de personas, al personaje, lo van guiando por un viaje que se tiene de encontrar a sí mismo. Se tiene que dar cuenta que es una persona violentada que no se ha dado cuenta, que sentía que todo lo que pasaba con él era normal, y en ese momento descubre que eso no es normal. No es normal que la vida sea así. Es cruda la situación que se revela, pero la comedia permite que esos temas se traten, y que este personaje pueda a través de este viaje hacer un descubrimiento. Eso es interesante.
– ¿Cómo ha sido el trabajo con el equipo?
Trabajo con un equipo de actores que son actores muy reconocidos, no solamente por su trabajo en teatro, sinó gente reconocida por su trabajo en televisión, en cine, y que son muy buenos actores, entonces para mí como director siempre es un buen plus trabajar con actores con un buen bagaje potente y eso es como si ya tuviera una parte ganada. Después de muchos años de teatro uno se va dando cuenta cómo la experiencia suma en este tipo de montajes, o sea montar una comedia con actores jóvenes que están comenzando es muy distinto que montar una comedia con actores que vienen con un bagaje.
Dentro de poco voy a montar una obra con actores de 30 años de teatro, y trabajar con ellos es rico, ahí ya sientes que tienes mucho ganado. Uno pone su experiencia al servicio de ellos. Es rico trabajar con actores con mucha experiencia, y este tipo de obras me da la tranquilidad de sentir que hay la experiencia no tanto de mi lado sinó también del equipo, para poder montar una buena obra.
– ¿Cómo definirías tu evolución como actor y director?
Yo soy más director que actor. Yo ahora actúo muy poco, en teatro casi no actúo, de hecho mi última actuación fue en “Le Prenom” haciendo un reemplazo. Como yo era el director me pidieron que yo hiciera el reemplazo porque yo conozco toda la obra, pero yo ya no actúo en teatro, no me propongo como actor. Me gusta mucho la actuación, pero a mí me gusta mucho dirigir. Encontré la dirección en un lugar en el que me siento muy cómodo. Me gusta mucho resolver el teatro desde la dirección. Para mí el teatro es un problema que hay que resolver. Una película también, un guión, también. La obra es un problema que hay que resolver. Mi interés es que cuando el espectador vea la obra, vea el problema resuelto. Que lo entienda todo, que lo vea todo en su lugar, que lo vea resuelto. Esa es mi meta como director. En el trabajo de director siento que lo puedo controlar todo, siento que todo se resuelve. Porque me comunico con todos y estoy viendo todo.
– ¿Y en cuanto a la escritura?
Estoy escribiendo mi segunda novela para niños, llamada “Falco, se ofrece monologuista”, la idea nació de la intención de acercarme a mi hijo y decirle hijo quieres leer un libro? Lee este libro. Él está muy metido en el tema de los videojuegos, como están los niños hoy en día, yo una vez le propuse “por qué no lees?” «Esque los libros son aburridos.» «Y si yo escribo una novela tú la leerías?» Sí, me dijo. La novela después de presentarla en la editorial Santillana, les encantó la idea. Y ahora la novela va por su segunda edición. Le ha ido muy bien. Y ahora estoy escribiendo su segundo libro. El tema de la literatura para niños ha sido un descubrimiento. Yo me acuerdo que empecé escribiendo y luego llegué al teatro. Pero lo primero que hice fue escribir. Yo pensaba que quería ser escritor, y luego derivé al teatro y la literatura quedó suspendida. No seguí escribiendo. Y después con mi hijo recuperé el tema con la literatura infantil. Y ahora empecé a escribir no sólo para niños sinó en otros campos. Ahora he recuperado la literatura, ha sido bien interesante ese camino.