Reyes Villacañas es licenciada en derecho, estudió en la universidad de Granada, en el Ceu, y en la Universidad Autónoma de Madrid; posteriormente se fue a vivir a Madrid.

Reyes es Gerente General de Aldeasa Chile.

Ejerció ocho años como abogada,  llevaba asuntos penales y laborales, principalmente en Madrid.
En 1998, empezó a trabajar en Aldeasa  (actualmente comprada por Dufry, primer operador del mundo del Retail aeroportuario). En sus inicios en Aldeasa, comenzó a trabajar como vendedora. Más tarde, se convirtió en la  directora territorial de Madrid, de las cuatro terminales, y acabó dirigiendo el norte de España, Bilbao, Santander, Asturias, La Coruña y Santiago de Compostela.

Reyes se vino a Chile hace cuatro años; ahora es Gerente General de Aldeasa Chile, aunque pronto se volverá a Madrid con nuevos proyectos.

– ¿Cuál es tu cargo y tu función en la empresa?
Soy la Gerente General, y la representante legal de la empresa. Mi función principal, a parte de la responsabilidad de una empresa que se dedica al retail aeroportuario, fundamentalmente son las ventas, y la gestión de personal; son las dos cosas más importantes. Mi función claramente está orientada aquí en Chile, las relaciones con las instituciones públicas, concretamente con la Direccion General de Aviacion Civil y Aduanas, asi como  llevar todas las relaciones con el aeropuerto y el resto de instituciones públicas y privadas.

– ¿Qué diferencias hay entre las tiendas de Chile y España?
Muchas. Para empezar el contrato de concesión de Chile es un contrato que no es con el concesionario del aeropuerto, si no que es con la Dirección General de Aviación Civil y Aduanas, por un lado, y por otro lado con Aldeasa Chile, actualmente Dufry. De entrada, eso es una diferencia muy importante porque tienes un contrato con una institución pública que depende del Ministerio de Defensa. En cambio en Madrid, el contrato es con el concesionario aeroportuario, Aena, y Dufry. Las tiendas son muy distintas porque el contrato no tiene nada que ver. En Chile, nosotros pagamos un canon fijo de un 40% sobre facturación. Eso nos obliga a que determinadas familias de productos no podemos tenerlas, porque no tenemos margen. En cambio en Madrid, el canon es por familias. Te permite completar el abanico de productos. Te permite tener lujo, que aquí en Chile con ese canon no se puede tener; te permite tener todo tipo de moda y complementos, y joyería. En Madrid teníamos 42 tiendas, ahora ya no porque entraron otros operadores aeroportuarios. El concepto de tienda es igual, pero el desarrollo de la tienda es distinto.

– ¿Cómo valoras tu desarrollo profesional?

Reyes junto a su cuadro de Madrid.

Bien. Yo la verdad es que he hecho un poco de todo. Yo empecé como abogada, luego entré en Aldeasa como vendedora de Les Boutiques; después ya entré como jefa de las boutiques del aeropuerto de Barajas. De ahí ascendí a Directora Territorial, de la zona internacional, y ya llevaba las tiendas generales, las tiendas especializadas y las boutiques. Después ya me encargué de las terminales uno, dos y tres, más tarde se construyó la T4, y luego abrimos los tres aeropuertos que nos faltaban, que eran Santander, Asturias y La Coruña. La diferencia es muy grande, porque en Madrid yo tenía a 1200 personas a mi cargo, se facturaba tres veces más que en Chile. Y Aquí tengo 4 tiendas de Duty Pay y cinco tiendas en régimen Duty Free. Pero cunden, dan mucho trabajo. Aunque la facturación es menor. Por ejemplo, el personal es muy distinto, aquí las tiendas están abiertas las 24 horas, en Madrid no. Por una exigencia de contrato del aeropuerto. El Duty Free de aquí es puro, ¿a qué me refiero con puro? En España y en Europa, hay una asociación de retail, que te permite vender en tiendas Duty Free a pasajeros comunitarios. Aquí no existe eso, aquí es Duty Free puro. Es una diferencia muy importante a nivel de negocio. No puedes tener mezclados conceptos. En cambio, en Madrid no. Tú vuelas a París y puedes comprar perfectamente en nuestras tiendas. Si vuelas a Chile, compras en régimen Duty Free, pero los impuestos se los ahorran antes. En un lado, la empresa paga los impuestos, no se los imputa al cliente, y en el otro lado nadie paga esos impuestos, porque es un régimen puro de Duty Free.

– ¿Qué te ha aportado el estar trabajando estos años en Chile?
Muchísimo. Primero me ha aportado conocer a muchísima gente. Yo cuando llegué aquí no conocía a nadie. A las primeras personas que conocí fue a la gente de mi empresa, que son chilenos. Y la segunda tanda de gente que conocí también fueron chilenos. Yo el primer año estuve prácticamente entre chilenos. Luego ya conocí a los primeros españoles. Y ahora, conozco un 50% chilenos y un 50% españoles. Por el trabajo que yo tengo, también he conocido a mucha gente de instituciones públicas. Tanto del gobierno de Bachelet, como del gobierno de Piñera. A nivel personal me parece un país fantástico. El tema del idioma me ha ayudado mucho, unas veces, aunque otras veces digo Dios mío, ¡qué están diciendo! (risas) Pero a nivel de cultura es parecido, con unas raíces en común, que se añade a una lengua en común; hay lazos importantes a nivel cultural, y a nivel comercial también.

– ¿Qué te ha llamado más la atención de este país?
Lo que más me ha llamado la atención, es la diversidad que hay a nivel de paisaje. Es impresionante el paisaje. Yo tengo la suerte que me lo he recorrido de norte a sur. El desierto de Atacama es espectacular, sigues bajando por la Serena, el Valle del Elqui, es una preciosidad. Hay una diversidad, hasta que llegas a las Torres del Paine, Punta Arenas… Vas de punta a punta. A mí me encantan las montañas, aquí te acompañan mucho. También las viñas son impresionantes, yo por mi trabajo he conocido muchas viñas, y lo que más me ha impresionado es la diversidad de flora, fauna y paisaje.

– ¿Qué opinas sobre el tema de las mujeres profesionales en el ámbito laboral?
Yo creo que en el siglo XXI, seguir levantando la bandera de que tenemos que ganar lo mismo que un hombre, me parece indignante. Yo lo he vivido y lo he sufrido. Yo he tenido un puesto de trabajo más importante y con más responsabilidad que un compañero mío, y yo ganaba menos que él. Entonces es verdad que no existe igualdad económica en determinados puestos de trabajo. Por ejemplo, en mi empresa, hay un convenio colectivo: eso te garantiza una igualdad. Es una garantía para las mujeres. En mi empresa, el 90% son mujeres. El tener un convenio, de entrada es una base. El techo te lo da tu variable. En Chile, todavía falta que muchas mujeres ocupen puestos directivos. Que a mí me parece muy importante, porque tenemos una mentalidad muy distinta a los hombres, ni mejor ni peor, distinta. Pero hoy en día, en el siglo XXI, donde prácticamente casi todas las mujeres de un determinado nivel profesional, con carreras universitarias, masters, MBA, igual que los hombres, y tienen una serie de requisitos, las capacidades y aptitudes que tenemos las mujeres son distintas; pero que en puestos directivos, o en consejos directivos, hay muchos que no hay ni una sola mujer, yo no me creo que seamos tan malas las mujeres como para que no podamos ocupar un puesto directivo. Yo aquí en Chile he estado en muchas reuniones y conferencias, que no había ni una sola mujer, era yo la única mujer. Eso en España es más raro que ocurra. Creo que todavía queda bastante por hacer. Creo que la generación de mis hijos no tienen los problemas que hemos tenido en mi generación. Por ejemplo, los niños pequeños no entienden que por el hecho de ser niños tengan más golosinas que las niñas, por el hecho de ser niñas. Es comprensible que no lo entiendan, porque no es normal. Creo que es un camino que desgraciadamente queda mucho por hacer. Pensemos que en el año 1975, en España, se promulgó la ley que permitía que una mujer dispusiera de sus bienes privativos, estando casada. Sin autorización de su marido. Hay que seguir luchando por el camino adecuado. Además es muy difícil porque siempre el peso de la maternidad de los hijos, te recae. Compaginar eso es complicado.

– ¿Habrá nuevos proyectos para la empresa?
Sí. Ahora mismo hemos abierto 475 metros cuadrados más, de la tienda de llegadas. Es una remodelación integral, porque hemos cambiado la perfumería de lado, y esa tienda la vamos a reorganizar entera. Y en Septiembre empezaremos a remodelar la tienda de salidas, dándole más importancia al producto local. Por otro lado, en el año 2020 se abrirá la nueva Terminal de Santiago de Chile, y allí ocuparemos aproximadamente 3.000 m2 de superficie en régimen Duty Free.
¿Qué es lo que puedes ofrecer a tus clientes, que no pueden ofrecer otros Duty Free del mundo? Producto local. Ahí vamos a hacer una gestión importante para potenciar más el producto local, y hacer un concepto nuestro que se llama thinking. Entonces vamos potenciando mucho el producto local, para diferenciarnos del resto de aeropuertos tanto en souvenirs, alimentación, bebidas, etc.