En el área de comunicaciones, se destaca el papel fundamental que ha tenido en la agencia EFE durante muchos

Manuel Fuentes

años, el español Manuel Fuentes, dirigiendo esta agencia en Chile. En la actualidad, Manuel lidera otro proyecto personal que empieza a adquirir relevancia en su sector, Zeta Comunicaciones.

Hablamos con él para que nos explique sobre su trayectoria profesional en Chile.

-¿Cuántos años hace que estás viviendo fuera de España?

Llevo 22 años fuera de España, a caballo entre Chile y México, países en los cuales he estado residiendo alternativamente en varias ocasiones.

-¿Cuál fue el motivo por el que te viniste a Chile?

La Agencia Efe me ofreció hacerme cargo de la oficina en este país. Era el año 1999. Augusto Pinochet llevaba meses detenido en Londres a instancias del juez Baltasar Garzón. Las relaciones institucionales entre los dos países estaban interrumpidas. Las empresas transnacionales españolas estaban en plena expansión en este país. Había muchos frentes informativos que atender y me gustó el desafío.

-¿Cómo fue tu período de adaptación al país?

Hubo una primera adaptación que fue muy rápida. Duró apenas un par de meses. Luego empezó una etapa de arraigo más profunda en la que creo que sigo todavía, porque es un proceso dinámico.

-¿Cómo fueron tus primeros años en Chile referente al ámbito laboral?

Realmente no tuve demasiados problemas, por mi condición de expatriado. Efe se encargó de cubrir todas las necesidades de tipo legal administrativo. En cuanto a trabajar con compañeros periodistas chilenos la verdad es que fue más fácil de lo que me imaginaba. Algo que ayudó mucho es que la condición de corresponsal extranjero de una empresa informativa de prestigio te abre muchas puertas, y eso se agradece.

-Tú fuiste durante muchos años el director de la agencia EFE. ¿Qué labores y funciones ejercías en la agencia?

Manuel en las oficinas de la Agencia EFE.

Fundamentalmente, la dirección y representación de la compañía en Chile en los ámbitos institucional, informativo y comercial.

-¿Cómo era un día habitual allí?

Empezábamos con una reunión para definir los temas de la agenda informativa en cuya cobertura íbamos a poner énfasis. Esto se hacía de un modo muy participativo. Todo el mundo aportaba su punto de vista. No era una imposición, ni mucho menos.
En ocasiones, a medida que avanzaba la jornada, me veía obligado a dar un golpe de timón para orientar el rumbo informativo hacia asuntos importantes cuya urgencia era necesario atender. Esto -que es muy común en el periodismo de agencia- era probablemente lo que más me gustaba hacer: desarrollar la capacidad, el olfato de saber dónde había que apostar, informativamente hablando.

-¿Recuerdas alguna anécdota  durante ese período?

Manuel con su equipo de trabajo en Zeta Comunicaciones.

Sí, en una ocasión, me echaron una carta con una amenaza de muerte por debajo de la puerta (el caso Pinochet hacía que los intereses españoles fueran objeto de este tipo de acciones por parte de algunos individuos). Pero el anónimo en cuestión era muy amateur, no había que darle ningún crédito.

-Actualmente diriges una agencia que se llama Zeta Comunicaciones, ¿qué función desarrollas aquí?

Zeta Comunicaciones una agencia boutique especializada en comunicación estratégica y relación con los stakeholders de los clientes. Empleamos las comunicaciones como una herramienta de gestión para aportar valor a empresas, instituciones, productos y servicios.

-¿Tienes en mente nuevos proyectos profesionales?

En estos momentos estoy muy concentrado en impulsar Zeta Comunicaciones, aunque la vida enseña que siempre hay que estar abierto a explorar nuevos horizontes.

Manuel dirige Zeta Comunicaciones.