Chile se ha convertido en uno de los grandes centros mundiales de la astronomía observacional; José Maza,

José Maza

astrónomo y jefe de difusión del Departamento de Astronomía FCFM de la U. de Chile, nos habla sobre el Observatorio, ya que mucha gente va a visitarlo y allí aprenden un poco más sobre astronomía.
El Profesor Maza, es Licenciado en Astronomía por la Universidad de Chile y doctor en Astrofísica de Toronto, Canadá y Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999.

Desde 1968, se desempeña como académico en el Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

Ha recibido la Medalla Rectoral en dos ocasiones como reconocimiento a su labor como académico de la Universidad de Chile y desde 2002 es miembro de número de la Academia Chilena de Ciencias del Instituto de Chile.

En 1999 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias Exactas por su contribución al conocimiento de la velocidad de expansión del universo y a la determinación de la geometría del universo a gran escala, usando supernovas tipo 1a como indicadores de distancia.

Pero no sólo ha dedicado su vida profesional al estudio de Supernovas, también es reconocido por su trabajo en la divulgación y difusión de la Astronomía. Es autor del libro “Astronomía Contemporánea” y coautor del libro “Supernovas. El explosivo final de una estrella”. Su última obra “Somos polvo de estrellas”, presentada en abril de 2017, es actualmente el libro de astronomía más vendido en Chile.

– ¿Cuándo inició su actividad el observatorio?

El observatorio como tal fue fundado el 17 de agosto de 1852.

– Nos gustaría saber sobre su historia.

Los orígenes del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), y de la astronomía en Chile se remontan a 1849. En aquel año llegó a Santiago una expedición de la Armada de los Estados Unidos a cargo del teniente James T. Gilliss, que tenía por objetivo realizar observaciones cerca de la oposición de Marte y otras de Venus cercanas a la fase estacionaria que podrían proporcionar las mejores determinaciones del paralaje solar.

Las observaciones de la expedición Gilliss continuaron hasta agosto de 1852. Mucho antes de esto el Presidente de Chile, Manuel Montt, había expresado su interés en adquirir los instrumentos y edificaciones para un observatorio nacional de la República de Chile. Así el 17 de agosto de 1852 la delegación chilena completó la compra por 7.823 pesos.

El primer director del nuevo Observatorio Nacional de Santiago fue Carlos Moesta, designado oficialmente por Decreto Presidencial de 17 de agosto de 1852. Él era alemán y había recibido el grado de Doctor en Matemáticas en la Universidad de Marburgo. Llegó a Chile en 1850, a la edad de 25 años.

El primer lugar donde funcionó el Observatorio fue en el Cerro Santa Lucía, que es el lugar donde Gillis había instalado sus instrumentos, pero el rápido crecimiento de la ciudad hicieron que el Observatorio se trasladara a la Quinta Normal. La construcción del nuevo observatorio fue completada en marzo de 1862.

En 1906, la ubicación del OAN en la Quinta Normal ya no era la más óptima debido al polvo por tráfico en las calles. Para la nueva ubicación del Observatorio, se aceptó un sitio de casi 11 hectáreas en una planicie entre las ciudades de Santiago y San Bernardo, cerca de Lo Espejo, a unos 13 km al sur de la ciudad; además de la instalación de nuevos telescopios como el telescopio refractor de 60 cm que fue ordenado a la firma Grubb Parsons en 1910.

Calán, año 1960

El 14 de julio de 1927, un decreto gubernamental constituyó al OAN como parte de la Universidad de Chile, al transformarlo en un Instituto dependiente de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM).

Uno de los servicios que el Observatorio prestaba al país por aquella época fue el de señales horarias transmitidas por radio cada hora. Estas señales eran especialmente necesarias para la cadena de estaciones de observación establecidas por el Instituto Sismológico de la Universidad de Chile.

Por los años 1950 se decidió el traslado del Observatorio al Cerro Calán, en la comuna de Las Condes, debido al crecimiento de la Escuela de Aviación (vecina del Observatorio en Lo Espejo). La construcción en Cerro Calán empezó en 1956, lugar donde se encuentra actualmente.

– ¿Cuál es su función actualmente y a quién está dirigido?

Desde 1965 el Observatorio Astronómico Nacional es parte del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile. En la actualidad, en sus instalaciones se realiza docencia de pre y postgrado y sus instrumentos son utilizados principalmente para la formación de los estudiantes y en actividades de divulgación para la comunidad.

– ¿Qué se les muestra a los visitantes en el observatorio?

Los visitantes podrán conocer los principales telescopios:

–  Telescopio Refractor Heyde: es un instrumento de origen alemán, que se encuentra en el observatorio desde 1913. Posee montura ecuatorial, que apunta al polo sur celeste para que haga sólo un movimiento y cuenta con un motor a cuerda; se pueden seguir los movimientos de las estrellas durante la noche.

–  Telescopio Reflector Goto: Fue donado en 2002 por el pueblo japonés para la difusión de la astronomía en nuestro país. Posee una montura ecuatorial y, a diferencia del telescopio Heyde, en el Goto los astrónomos no observan directamente en el instrumento, sino que utiliza cámaras CCD.

Porteriomente se ofrece una charla general sobre Astronomía y finalmente se observa el cielo (si el clima lo permite) con el telescopio Goto.

– Chile fue el primer país Latinoamericano que inició investigaciones radioastronómicas. ¿Cómo se inició esa primera etapa en el país?

En 1932 se descubrió en el mundo que el Universo emitía ondas de radio; en 1959 Chile tuvo su primer radio observatorio gracias a las gestiones del entonces director del Observatorio Astronómico Nacional, Federico Rutlland,
quien convenció al director del Departamento de Magnetismo Terrestre de la Carnegie Institution de Washington de instalar un interferómetro solar en nuestro territorio.

Así nació el Observatorio Radioastronómico de la Universidad de Chile en Rinconada de Maipú, en las afueras de Santiago, donde se efectuaron importantes investigaciones, como los estudios de la emisión decamétrica de Júpiter; y la realización de un mapa de toda la radiación del fondo galáctico, cubriendo todo el cielo austral y detectando una gran cantidad de radiofuentes extragalácticas y galácticas, incluyendo varios pulsares.

En 1994 este Observatorio realizó su última publicación sobre instrumentación, titulada Experimental Study of a 45-MHz Array for Radio Astronomy , y en el año 2000 cerró definitivamente su funcionamiento.

– Además de las visitas al público, ¿el observatorio desarrolla alguna otra actividad?

En general sólo contamos con el programa de visitas para realizar observaciones. Sin embargo, participamos de actividades como el Día del Patrimonio Nacional en donde abrimos nuestras puertas de forma gratuita para la comunidad, además de ofrecer cursos de astronomía vespertinos para público general y talleres de astronomía para niños en las vacaciones de invierno y verano.

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